The Luxe: then and now

La familia comandada originalmente por William Schoonmaker, enviudó y se casó nuevamente con una joven de sociedad más joven que él. Tuvo un solo heredero, Henry Schoonmaker, el soltero de oro de la ciudad, quien después de traiciones e intrigas, se casó con la reconocida dama de sociedad, Penelope Hayes. Actualmente, la familia resplandece como nunca, con un largo linaje de políticos en la familia, mantienen el mismo brillo desde cien años atrás. Sus miembros actuales son los siguientes:

Arthur Schoonmaker, actualmente retirado de la política, su abuelo fue gobernador de Nueva York y uno de sus nietos es senador.

Christopher Schoonmaker, 54 años y casado con Anastasia, 52 años. Secretario de Estado, tiene tres hijos. Aiden (29 años), quien es senador, Graham (25 años) que es abogado y Sophia (22 años) quien se desapega de la política. Entre otras ramas biológicas, la familia se vio relacionada en algún momento con otros miembros importantes, como los Vanderbilt y los Astor, de quienes destacan más miembros.

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Richmond Hayes y su familia, fueron en la época los nouveaux riches que llegaron para quedarse después de hacer fortuna empezando a vender mantas de algodón para el ejército. Su hija Penelope se convirtió en la esposa de Henry Schoonmaker y su hijo Grayson perpetuó el apellido de la familia. En la actualidad poseen varias fábricas de algodón en todo Estados Unidos, los Hayes son uno de los mayores proveedores de este material en el país.

Thomas Hayes, de 52 años, casado con Abigail, de 53, tienen dos hijos. Jefferson (de 18 años) y Olivia (22 años). Jefferson recientemente se graduó de la secundaria, y acudirá a Yale, como al resto de su familia, mientras que Olivia aún no sabe cuál será su siguiente movimiento en la vida y las responsabilidades que le esperan. Otros miembros destacados son los Carter y los Gray, descendientes de la rama femenina.

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La familia Holland fue una de las familias más importantes del círculo social, las hermanas Holland llamaban la atención irremediablemente por su belleza y personalidad. Elizabeth Holland se casó con un empleado de su casa, con quien huyó de la ciudad rumbo a California, pero los giros de la vida la obligaron a regresar y perder al amor de su vida en un tiroteo en Grand Central. Fue después de este acontecimiento cuando el apuesto y joven Ted Cutting le ofreció su amor incondicional y ella lo aceptó sin miramientos. Desde ese momento Elizabeth se convirtió en la señora Cutting y formó una familia con el joven heredero y empresario.

La familia Cutting pese a que ha perdido el brillo que tanto la caracterizaba en épocas pasadas, sigue llamando la atención de los medios por sus miembros extravagantes e intelectuales. Daniel Cutting (19 años), es un joven prodigio que es amante de la literatura y el cine, por lo que no sorprende que sea un destacado alumno de la NYU y su hermana Odette de 21 años. Su padre, Ian (46 años) está divorciado de su extrovertida madre, Diana (43 años). El señor Cutting es un productor musical que se dedica a descubrir nuevos talentos, mientras que su madre es una ex-modelo que se embarazó muy joven y piensa desquitar sus mejores años ahora. Otras familias destacadas del lado femenino son los Morgan y los Preston.

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Las hermanas Broud hicieron fortuna de manera mal avenida. Carolina Broud era una modesta joven que trabajaba en casa de las Holland y se dedicó a destruir su felicidad junto a Penelope Hayes por interés y venganza hacia Elizabeth. Después de salir de trabajar, consiguió que un hombre rico le heredara su fortuna y así comenzó a brillar en sociedad con una identidad falsa. No fue hasta después que supo que el dinero no era suficiente para ser aceptada en aquel círculo social. Carolina y Claire Broud se convirtieron en las jóvenes socialités que marcarían el inicio de una nueva era. Es cierto que la fatalidad siempre seguiría la vida de estas hermanas, desde una mala administración de su fortuna hasta matrimonios fallidos y por conveniencia. Las generaciones de esta familia serían marcadas por infortunios hasta la Gran Depresión, en donde poco a poco, las hermanas Broud fueron olvidadas y con ello, fueron perdiendo la fortuna.

La descendencia de Claire Broud fue cambiando de apellidos hasta encontrarse en la actualidad, con Isabella (19 años) y Jonathan (23 años), ambos estudiantes de la NYU. Su padre, Jonathan Brown (53 años) es profesor de la universidad de Nueva York y su madre, Annelise (47 años) una psicóloga. Entre otras familias descendientes de Claire Broud se encuentran los Johnson y los Thomas.

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William Keller era el cochero de la familia Holland, quien se enamoró de Elizabeth y mantuvieron un romance secreto. Todo se complicó cuando la joven Elizabeth se comprometió con Henry Schoonmaker y las intrigas de Penelope complicaron las cosas. Después de recibir su ayuda, ambos huyeron a California, que no sería por mucho. En Nueva York todos lo culpaban de un secuestro y así permaneció hasta que, después de casarse con Elizabeth, fuera asesinado en Grand Central, acusado de un delito. Sin embargo, Elizabeth mantendría vivo el recuerdo de Will con un pequeño al que llamaría igual que su padre.

El pequeño heredero de William Keller se haría pasar por un Cutting para proteger la reputación de Elizabeth, pero el tiempo dictaría que el pequeño era digno hijo de su padre, quien con apoyo de Ted empezaría un propio y fructífero negocio. El linaje de Will vive hasta la fecha, con varias familias como descendientes.  Entre ellos destacan los Smith (Andrew y Catherine de 48 años), ambos cirujanos y con un hijo, Robert, de 22 años. Los Scott, Edward (54 años), Anne (45 años) y su hija Audrina (21 años).

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Si bien la familia Holland fue prestigiosa en su momento, el apellido se perdió por completo al no tener herederos varones. Elizabeth se convirtió en la señora Cutting y Diana Holland nunca se casó, convirtiéndose en una mujer libre de todo protocolo, bohemia y artística que pasaría toda su vida en París después de haber perdido al único amor de su vida.

Los únicos descendientes actuales pertenecen a la familia de Elizabeth Holland, y al hijo que tuvo con William Keller. Por lo que, pese a que el apellido no es recordado, el linaje y costumbres de los Holland permanecen vivos gracias a las numerosas familias que nacieron en base a ésta.